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BÁLSAMO

bálsamo

BÁLSAMO

Introducción

Conocida también por el nombre de consuelda, el bálsamo pertenece a una serie de saxifragáceas que crecen sólo en la Península Ibérica, concretamente en las montañas del Pirineo catalán u oriental, Aragón, Valencia y en los montes Corberes, en el Rosellón. Su uso está muy arraigado en la medicina popular y casera de estas regiones, aunque escasean citas antiguas que nos permitan acreditar su empleo en épocas más remotas.

 

Curiosidades sobre el bálsamo

El nombre científico del bálsamo viene del latín saxum, (“piedra”) y frangere, (“romper, quebrar”). Estas plantas se llaman así por su capacidad, según los antiguos, de romper las piedras con sus fuertes raíces. Así lo afirmaba Plinio, por ejemplo. Y paniculata: epíteto latino que significa “con panículas”.

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Taxonomía del bálsamo

Nombre común Bálsamo
Nombre científico Saxifraga paniculata
Reino Plantae
División Magnoliophyta
Clase Magnoliopsida
Orden Rosales
Familia Saxifragaceae
Género Saxifraga
Especie S. paniculata

Descripción del bálsamo

Se trata de una planta herbácea o leñosa con predominio de hierbas perennes. Las hojas de bálsamo son alternas, opuestas o en roseta. Son simples aunque a veces profundamente recortadas. Las flores son hermafroditas, normalmente actinomorfas y pentámeras. Posee un androceo diplostémono y un gineceo súpero, semiínfero o ínfero, abierto o cerrado, con los carpelos unidos en la parte inferior. Presenta inflorescencias generalmente en racimo o panícula. Los frutos se dan en cápsula, con gran número de semillas. Reproducción vegetativa muy importante, por bulbillos, bien radiculares, bien en las axilas de las hojas.

Hábitat y distribución del bálsamo

El bálsamo se distribuye por las montañas del centro y sur de Europa, desde los Vosgos y Polonia, norte de España, sur de Italia y norte de Grecia. También la podemos encontrar de forma muy local en Noruega. Habita lugares pedregosos en las montañas y viene bien entre los 1.000 y los 2.800 metros de altura.

 

Usos medicinales del bálsamo

El bálsamo es una destacada vulneraria muy indicada para curar y cicatrizar heridas y llagas. Tiene efectos hipotensores y sedantes y se emplea además para evitar la formación de piedras o cálculos. Con ella se elabora un aceite cicatrizante mezclando un puñado de la planta, a ser posible fresca -es decir, recogida en primavera o principios de verano-, con aceite que, tras macerar al sol durante 40 días, se unta sobre heridas y llagas.

Para los dolores de vientre o para rebajar la presión sanguínea se puede elaborar un aguardiente de bálsamo echando sobre un puñado de la planta fresca un litro de alcohol rebajado con agua. Tras macerar a la sombra durante unos 10 días, se filtra y se ingiere.

Video sobre el bálsamo

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