Darse golpes en la cabeza es algo que sucede con frecuencia, sobre todo en el caso de los niños, y puede ocasionar diferentes lesiones ante las que debemos saber actuar. Las más comunes son cortes, chichones y hematomas. Es importante prestar atención a cualquier golpe, aunque no haya conmoción cerebral.

Síntomas

En ocasiones, los síntomas no aparecen inmediatamente, sino pasados unos días. Por eso observa bien si sientes alguna de estas molestias. Dolor de cabeza o de cuello persistente. Náuseas o vómitos. Zumbidos en los oídos. Mareos o vértigos.

Cansancio. Aturdimiento o sensación de confusión. Amnesia o pérdida de la memoria. Somnolencia excesiva. Cambios de humor, irritabilidad o malestar general. Y, por último, hematomas en el ojo o tras las orejas.

Recomendaciones

No exponerse al sol durante las siguientes 24 horas. No tomar medicación sin previa consulta del médico. Reposo absoluto. Evitar practicar actividades deportivas. Evitar estimulaciones visuales como la televisión, móviles o tabletas. Si sale un chichón, aplicar frío en la zona. En el caso de que se produzca una herida, desinfectarla.

Cuándo ir al médico

Si tienes una pupila más dilatada que la otra. Visión borrosa. Si te cuesta hablar con normalidad. Si tienes pulso lento. O si presentas problemas de equilibrio al andar o al moverte.

En ocasiones, un golpe en la cabeza puede ser tan fuerte que provoca un sangrado en el cerebro o a su alrededor. Este tipo de sangrado puede generar un hematoma intracraneal, que es una afección grave que ejerce presión en el cerebro.

Consultar con el médico en el plazo de uno o dos días de producida una lesión importante en la cabeza acompañada por síntomas continuos, incluso si no se requiere atención de urgencia.

Buscar atención médica de urgencia en caso de pérdida del conocimiento, confusión o desorientación después de un golpe en la cabeza.