TRASTORNOS RESPIRATORIOS
Sufrimos trastornos respiratorios cuando tenemos problemas para respirar. Cuando nos cuesta o resulta incómodo obtener el oxígeno que necesitamos. Podemos sentir que no estamos obteniendo el suficiente aire. A veces podemos tener problemas respiratorios leves por una congestión nasal o hacer ejercicio muy intensamente. Pero la falta de aire también puede ser señal de una enfermedad seria.
Pocas sensaciones son tan atemorizantes como no poder inhalar suficiente aire. La dificultad para respirar es conocida médicamente como «disnea». A menudo se describe como una opresión intensa en el pecho, falta de aire o sensación de ahogo.
En la mayoría de los casos, la dificultad para respirar se atribuye a enfermedades del corazón o de los pulmones. El corazón y los pulmones participan en el transporte de oxígeno hacia los tejidos. Y en la eliminación de dióxido de carbono. Los problemas relacionados con cualquiera de estos dos procedimientos afectan la respiración.